(VOVWORLD) - Ubicado a solo 13 kilómetros del suroeste de Hanói, el pueblo de Tuong Chuc de la comuna de Ngu Hiep, en el distrito de Thanh Tri, es conocido por la profesión de elaborar cerraduras. Esta artesanía tradicional no solo es un medio de vida de los habitantes locales, sino que también les ayudó a progresar.
Incluso las personas mayores del pueblo de Tuong Chuc no pueden recordar la fecha precisa cuando se originó allí la cerrajería. Solamente saben que se transmitió de generación a generación. Según ellos, esta profesión requiere la destreza, el esfuerzo y la pasión de los trabajadores.
Nguyen Van Thong, un experimentado cerrajero de la aldea de Tuong Chuc (Foto:thanhnien.vn)
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Anteriormente, los habitantes de la aldea recorrían todos los callejones de Hanói con una caja de madera en la que guardaban todas sus herramientas para practicar el oficio. Eran fáciles de distinguir al escuchar su característico grito de “Khoa o”. Aparecían principalmente cerca de la zona del templo Ba Kieu, la calle Hang Be o en el mercado Mo. En la mente de los capitalinos, los artesanos de Tuong Chuc formaban parte de su cultura milenaria.
Hoy en día, esta aldea está en proceso de urbanización, por lo que sus cerrajeros no necesitan recorrer los callejones para buscar clientes. Ahora estos últimos tienen que ir a encontrarles en sus tiendas.
Estamos aquí en el taller de Nguyen Van Thong, un cerrajero local quien practica esta profesión desde hace varias décadas cuando comenzó a la edad de 13 años siguiendo a su padre en las calles de la capital.
Otro artesano famoso en Tuong Chuc es Luu Duc My quien es considerado uno de los mejores en Hanói en este ámbito al hacer todo tipo de cerrojos, llaves y otros objetos metálicos. En el círculo profesional, es conocido por su convicción de que puede abrir cualquier tipo de cerraduras de seguridad en tan solo 24 horas. Al igual que Nguyen Van Thong, comenzó a trabajar como cerrajero itinerante y aprendió los conceptos básicos del trabajo de su padre. A pesar de haberse graduado en la Facultad de Marketing de la Universidad de Comercio, Luu Duc My decidió continuar la tradición familiar y convertirse en cerrajero. Sobre su decisión, él compartió: “Es un oficio artesanal al que estaba demasiado apegado. Por eso, desde la universidad solo quería adquirir más conocimientos para saber cómo desarrollarlo. A menudo me preguntaron por qué me dediqué a otro tipo de reparaciones como de automóviles o de motocicletas. Creo que todos los trabajos son nobles cuando son útiles para la sociedad”.
Luu Duc My (i) instruye a sus clientes cómo usar el producto
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Para hacer realidad su sueño, Luu Duc My creó su propia compañía. Con el progreso de su negocio, hasta ahora tiene oficinas representativas en las tres regiones del país. No solo repara cerraduras, sino también ofrece toda suerte de equipos y candados de seguridad. My agregó lo siguiente: “Hoy en día, la tecnología hace que la cerrajería crezca rápidamente con nuevos diseños, tales como cerraduras magnéticas o digitales. Por eso, lo más importante es entender cómo funciona cada tipo para poder arreglarlo”.
Pese a los cambios del tiempo, la artesanía tradicional de Tuong Chuc sigue demostrando su vitalidad. Muchos de sus habitantes poseen grandes tiendas en todos los rincones del país, por eso pueden sobrevivir y prosperar gracias a su oficio.