Las protestas estallaron el 3 de octubre cuando el gobierno puso fin a los subsidios a los combustibles como parte de un paquete de reformas económicas. (Foto: AFP)

En un comunicado, el Ministerio de Exteriores de la nación sudamericana indicó que el gobierno del presidente Lenín Moreno está dispuesto a recibir la ONU para que favorezca el retorno de la paz al país.

Coincidió con la preocupación expresada por la máxima organización internacional por los acontecimientos registrados en los últimos días, al tiempo que denunció la violencia que incluyó saqueos, daños a bienes públicos y privados, ataques a ambulancias, incendios de vehículos de la Fuerza Pública y secuestros.

La Cancillería ecuatoriana apuntó que tras estos actos hay grupos que persiguen crear el caos en el país.

En un hecho relacionado, el mismo día, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, decretó el estado de emergencias en esta capital, aunque no aplica ninguna restricción de viaje.

El presidente Lenín Moreno declaró el pasado jueves el estado de excepción en el territorio nacional a raíz de las protestas contra el fin del subsidio al combustible, y unos días después decidió el traslado del gobierno a Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador.

Según analistas, las recientes reformas, de carácter neoliberal y de acuerdo con los dictados del Fondo Monetario Internacional, fueron el detonante de la actual crisis política y de las manifestaciones populares.