(VOVworld) – Autoridades iraquíes informaron que los rebeldes del autodeclarado Estado Islámico realizaron dos ataques con armas químicas cerca de la ciudad de Kirkuk, en el norte del país, provocando la muerte de una niña e hiriendo a otras 600 personas.
El padre de la niña muerta llora por la gran pérdida de su familia
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El más reciente ataque se produjo en la mañana del 12 de marzo, en el pueblo de Taza, 220 kilómetros al norte de Bagdad, la capital. Este poblado también fue blanco de proyectiles con sustancias químicas tres días antes.
El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi anunció que el Estado Islámico pagará este nuevo delito.
El mes de febrero, el director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), John Brennan acusó por primera vez del uso de armas químicas por parte del grupo yihadista en Iraq y Siria, y según advirtió, las sustancias químicas empleadas por el autodenominado califato incluían el cloro y gas mostaza.