(VOVworld) – La Conferencia Cumbre de los siete países más industrializados (G7), inaugurada este jueves en Mie, Japón, copa la atención de la opinión mundial, al efectuarse en medio de un lento ritmo de crecimiento económico, la expansión del terrorismo, las estancadas disputas soberanas, los fenómenos extremos del clima y el inminente agotamiento de los combustibles fósiles en el mundo. Por tanto, se espera que la cita adopte medidas eficientes destinadas a resolver los desafíos globales sobre la base de la responsabilidad y transparencia.
Un agente de seguridad vigila el exterior del Centro de Conferencias Internacionales en Ise-Shima (Foto:AFP/VNA)
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Según el plan previsto, las deliberaciones de la Cumbre se enfocarán en la economía mundial, comercio, política exterior, cambio climático, energía, empoderamiento de las mujeres, ciberseguridad y la cooperación internacional contra la corrupción.
Paralelamente a la economía y las finanzas, dos temas prioritarios de la agenda del G7, se abordará la política externa del bloque.
Según el canciller japonés, el grupo también someterá a análisis la lucha contra el terrorismo, la violencia extrema, la crisis migratoria, la situación en el Oriente Medio, la tensión en la península coreana, la crisis de Ucrania y la seguridad naval. Por otra parte, sus líderes debatirán los retos que está enfrentando el continente africano y los objetivos de desarrollo sostenible.