(VOVworld) – En el primer día de la conferencia Ginebra II para la paz en Siria celebrada en Montreux, Suiza, se registraron discrepancias profundas entre las partes involucradas en el conflicto en el país del Oriente Medio.

El canciller de Siria, Walid Muallem calificó a la oposición de “traidores” y “agentes secretos” para el exterior y afirmó que sólo los ciudadanos sirios tienen el derecho de decidir el futuro del presidente Bashar al-Assad.

En respuesta, el líder de la oposición y también presidente de la Coalición Nacional, Ahmad Jarba persistió en que no negociará la permanencia del mandatario en el cargo parapetándose en que la conferencia trata de la instauración de un Gobierno de transición. Jarba exhortó a la delegación gubernamental a firmar el llamado “Acuerdo de Ginebra I” según el cual traspasará el poder, incluido el control de fuerzas militares y de seguridad a la administración transitoria.

Por su parte, Estados Unidos apoyó a la oposición siria. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó que al-Assad no formará parte del Gabinete de transición.

Entre tanto, el canciller de Francia, Laurent Fabius propuso aplicar de inmediato el cese el fuego en Siria y abrir un corredor humanitario para socorrer a la población que sufre. El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Saud al-Faisal, instó a las fuerzas extranjeras a retirarse de Siria.