(VOVworld) – La situación en la zona fronteriza entre Hungría y Serbia mostró señales de una escalada de tensiones después de que la policía húngara usó gas lacrimógeno y cañones de agua para impedir a los refugiados que trataran de cruzar la valla metálica.

Policías húngaros detienen a un grupo de refugiados después de que cruzaran la frontera de Hungría (Foto: Reutes )

Según fuentes policiales húngaros, debido a que un grupo de refugiados intentaba derrumbar la valla recién erigida en la frontera entre los dos países, se vieron obligados a actuar con contundencia. Este país también permite a la policía en la zona sureña aplicar medidas fuertes en casos necesarios para proteger sus límites así como la frontera exterior de la Unión Europea.

Después de la entrada en vigor el 15 de septiembre la nueva ley de inmigración y el levantamiento de la valla a lo largo del límite entre Hungría y Serbia en contra de los refugiados, los que permanecen bloqueados en esa zona tienen que buscar diferentes caminos para penetrar en otro país europeo. Mientras tanto, Alemania también aumenta los controles fronterizos, por ejemplo, el chequeo de pasaporte en una parte del límite con Francia, en el contexto de que Berlín está buscando medidas para limitar el acceso de los inmigrantes que actualmente se ha registrado el nivel récord.