(VOVworld) – Una declaración emitida el 31 de enero por diplomáticos y oficiales de defensa de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos condenó el programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea, afirmando que una potencial prueba nuclear norcoreana, junto con el lanzamiento de un cohete en diciembre pasado representa una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad del mundo y la región, especialmente en la Península Coreana y en todo el noreste de Asia. Pidió además que Pyongyang detenga todos sus planes de desarrollar armas nucleares. Los tres países señalaron que además de intensificar la colaboración trilateral, buscarán la cooperación de China y Rusia para disuadir a Norcorea de que no realice su tercera prueba nuclear. Corea del Norte amenazó el 24 de enero, que hará una nueva prueba nuclear de mayor nivel, luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU reforzara las sanciones contra ese país a causa de su reciente lanzamiento de cohete.

En un hecho relacionado, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó la víspera el estado de guerra en el país por la prueba nuclear y pidió a todas las unidades militares en la línea del frente con Corea del Sur y en las zonas centrales que deben estar preparadas para la guerra. Según los medios locales, Kim Jong-un había celebrado anteriormente, el sábado, una reunión de urgencia con altos mandos de las Fuerzas Armadas y de seguridad de Corea del Norte, donde les comunicó seis órdenes, incluyendo la de la prueba nuclear.