El mismo día, el gobierno militar volvió a exigir el fin de la presencia militar de Francia en territorio nigerino. Su vocero, el coronel Abdel Rahmane Amadou, recordó la revocación por parte de la junta de cinco acuerdos previamente suscritos con ese país en el ámbito de la defensa y calificó de ilegal la presencia del ejército galo en Níger a partir de ese momento.

 Más soldados y equipos de combate fueron enviados la víspera a la capital nigerina, Niamey, mientras se evacuaban centenares de lugareños por miedo de a que la ciudad se convirtiera en el primer objetivo de la intervención militar con la que amenazan los países vecinos.

El Consejo de Paz y de Seguridad de la Unión Africana (UA) decidió aplazar su reunión del día 12 destinada a debatir la suspensión de la membresía de Níger. Entretanto, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) informó enviar un comité parlamentario a ese país para un contacto con los militares gobernantes.

Asimismo, la Unión Europea (UE) instó al restablecimiento del orden constitucional en Níger y ratificó su respaldo a los esfuerzos de la CEDEAO en el tema. Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, comentó que el golpe de Estado ha ocasionado impactos negativos sobre el bienestar y la seguridad de los nigerinos y la estabilidad de toda la región. La UE seguirá proveyendo ayudas humanitarias al país de África Occidental, aseveró.

En cuanto al derrocado presidente de Níger, Mohamed Bazoum, permanece retenido en su residencia junto a su esposa y su hijo desde el golpe de Estado del 26 de julio, privado de electricidad y agua potable. Uno de sus allegados indicó recientemente que el mandatario recibió una primera visita de su médico.