En su discurso pronunciado durante el acto, el bonzo Thich Bao Nghiem, vicepresidente del Consejo Administrativo de dicha organización reafirmó que el budismo ha sido una religión de sabiduría y moralidad durante los últimos 26 siglos, la cual continúa guiando a millones de personas en todo el mundo a llevar una buena vida espiritual. En la ocasión, instó a creyentes vietnamitas tanto en el país como en el extranjero a redoblar los esfuerzos para elaborar mejores programas de acción de conformidad con la demanda actual en medio de integración internacional de la patria.

La jefa del Departamento de Movilización Popular del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, Truong Thi Mai en la reunión con representantes de la La Sangha Budista Nacional de Vietnam en la pagoda de Quan Su, en Hanoi (Foto: VNA)

En tanto, Truong Thi Mai, jefa del Departamento de Movilización Popular del Comité Central del Partido Comunista reiteró que el Día de Vesak no es sólo un acontecimiento significativo de los budistas nacionales sino también una fiesta cultural y religiosa de la humanidad reconocida por la ONU en 1999. En este sentido, la alta funcionaria destacó: “Este año se presencian numerosos eventos de envergadura tanto para el país como para la Sangha Budista de Vietnam. Entre los acontecimientos más importantes resaltan el Congreso del Budismo de todos los niveles, de cara a la octava cita nacional de esta religión. Confío en que con la responsabilidad y sabiduría, los venerables de los Consejos de Patronato y Administración de la orden budista, junto a los fieles a esta doctrina celebrarán con éxito el Congreso nacional. Para ello, los comités partidistas y las autoridades de todas las instancias necesitan crear condiciones favorables de apoyo a la Sangha Budista Nacional en las actividades de culto garantizando la libertad y estabilidad de las prácticas en aras del desarrollo de la patria”.

El mismo día, la Sangha Budista de Vietnam, en coordinación con su filial en Ciudad Ho Chi Minh conmemoró el Día de Vesak en esta urbe sureña. La actividad incluyó el ritual de ofrenda de inciensos para pedir la tranquilidad y prosperidad en el territorio, así como la liberación de palomas y globos para rezar por la paz del mundo.

          Mientras muchas localidades vietnamitas celebraron también dicha fiesta.