(VOVWORLD) - Este domingo 6 de abril, el primer ministro Pham Minh Chinh presidió la reunión ordinaria del Gobierno correspondiente al mes de marzo y al primer trimestre de 2025, celebrada en la sede del Ejecutivo en Hanói y conectada por videoconferencia con las 63 provincias y ciudades del país.
El primer ministro Pham Minh Chinh preside la reunión ordinaria del Gobierno de marzo de 2025 y la conferencia en línea con las localidades, para abordar los temas claves. (Foto: VGP) |
Durante su intervención, el jefe del Gobierno destacó que la macroeconomía se ha mantenido estable, con la inflación controlada y los principales equilibrios asegurados. La producción y los negocios muestran signos de recuperación, mientras que el bienestar social sigue garantizado y la calidad de vida de la población continúa mejorando. Asimismo, avanzan las reformas administrativas y la lucha contra la corrupción, el despilfarro y otras prácticas negativas. Se mantiene firme la soberanía nacional, el orden público y se refuerzan la política exterior y la integración internacional.
No obstante, Pham Minh Chinh también advirtió sobre las dificultades actuales, en especial el impacto del reciente endurecimiento de la política arancelaria de Estados Unidos sobre Vietnam.
Ante esta coyuntura, pidió mantener la calma, actuar con valentía e inteligencia, y aplicar soluciones creativas, flexibles y eficaces. Abogó por una cooperación activa con los socios internacionales, diversificar mercados, productos y cadenas de suministro, y seguir de cerca la evolución global para adoptar políticas oportunas y adecuadas.
De cara al segundo trimestre y al resto del año, el líder del Ejecutivo instó a actuar con rapidez en cuestiones inmediatas y estratégicas, con especial atención a una posible guerra comercial y a las medidas arancelarias de represalia de Estados Unidos. Consideró esta situación como una oportunidad para avanzar en la reestructuración económica, productiva y exportadora.
El jefe del Gobierno destacó un esfuerzo conjunto de ministerios, sectores y autoridades locales para alcanzar un crecimiento del PIB superior al 8%. Asimismo, subrayó la necesidad de reorganizar el aparato administrativo hacia un modelo más ágil y eficiente, eliminar trabas institucionales, reducir la burocracia y los costes para ciudadanos y empresas, y dinamizar tanto los motores de crecimiento tradicionales como los emergentes.