(VOVworld) – Al menos 11 personas murieron ayer y otras 30 heridas  resultaron una cadena de atentados consecutivos con bombas suicidas apuntando a una iglesia católica en el interior de un cuartel militar en el estado de Kaduna, en el norte de Nigeria.

Según fuentes,  un conductor se acercó con su automóvil a la iglesia San Andrew, sin causar ninguna baja. Otro terrorista suicida dio entonces marcha atrás y arrolló las puertas del recinto, detonando la bomba que transportaba en el vehículo. Y eso ha dejado muchos muertos y heridos.

La cabecera Jaji es el lugar de donde el grupo islamista Boko Haram reivindicó los ataques suicidas cometidos contra iglesias católicas y agencias de seguridad del Gobierno de Nigeria.