(VOVworld) – Una serie de atentados con coche bomba ocurrida el 17 de febrero en la región de los musulmanes chiítas en la capital iraquí, Bagdad, mató a por lo menos 28 personas y dejó heridas a otras 80. Estos ataques se dirigen principalmente a los mercados al aire libre en Bagdad.

Hasta el momento, ningún grupo terrorista los ha reivindicado, pero el Estado Islámico de Irak, una rama de Al-Qaeda en ese país, se ha comprometido a retomar el terreno perdido en la lucha persistente contra las fuerzas estadounidenses e iraquíes.

La violencia sectaria aumentó desde el comienzo de este año con una ola de atentados suicidas contra los musulmanes chiítas y las fuerzas de seguridad de Iraq.