(VOVWORLD) - El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, destaca siempre la importancia de mantener el statu quo de los lugares sagrados en Jerusalén.
Así lo resaltó Farhan Haq, portavoz adjunto de Guterres, en su habitual rueda de prensa este miércoles en Nueva York (Estados Unidos), tras referirse a la polémica visita del nuevo ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a la Explanada de la Mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Este, conocida como un lugar sagrado tanto para los judíos como para los musulmanes.
El vocero también pidió abstenerse de acciones que puedan exacerbar las tensiones en estos sitios y sus alrededores.
Las fuerzas de seguridad israelíes en el recinto de la Mezquita de Al Aqsa en Jerusalén Este el 15 de abril de 2022. (Foto: AFP/VNA)
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El mismo día, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que había encargado a la delegación permanente de ese país ante la ONU solicitar una resolución del Consejo de Seguridad para condenar la visita de los funcionarios israelíes y judíos extremistas a la Explanada.
A su vez, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán expresó la preocupación de que los países pongan en peligro unilateralmente a Al-Aqsa, en una conferencia de prensa regular del Gobierno.
La Explanada de la Mezquita de Al-Aqsa se ubica en Jerusalén Oriental, territorio ocupado por Israel durante la guerra de Medio Oriente de 1967 y anexado al país judío más tarde.
Desde entonces, el área ha sido el epicentro de varias olas de violencia entre judíos y musulmanes, porque según normas tácitas de acceso a ese lugar sagrado a los judíos se les permite visitar la mezquita en algunos momentos, pero sin hacer oraciones. Por ello, la visita de Ben Gvir a esta zona despertó la oposición de los países árabes y podría provocar nuevos conflictos.