Representantes del gobierno del presidente Bashar al-Assad presentaron un documento que acusa a combatientes de la oposición de emprender  ataques en el pueblo de Maan en la provincia central de Hama, cobrando numerosas vidas civiles. Mientras, la oposición se pronunció contra la violencia, crímenes contra la humanidad y terrorismo de Estado de los que culpa a las autoridades sirias. Las partes mantivieron posiciones irreconciliables sobre el establecimiento de un gobierno de transición sin el presidente Bashar al-Assad, que  la oposición considera como la única medida para poner fin a la violencia, mientras delegados del gobierno sirio argumentaron que el futuro del actual presidente no es para ponerse bajo discusión.