(VOVWORLD) - El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, afirmó que no negociará con los insurgentes islámicos que mantienen enfrentamientos con el ejército y ocupan varias zonas de la ciudad sureña de Marawi.
Al intervenir la víspera ante los soldados en la ciudad de Davao, el mandatario ratificó la determinación de expulsar al Estado Islámico (EI) de Filipinas.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte |
Se trata de un cambio en la posición del líder filipino cuando la semana pasada Duterte llamó a negociar con el grupo extremista Maute, organización afín del EI.
“No negociaré con los terroristas”, declaró.
Los enfrentamientos entre el ejército y el grupo insurgente siguen ocurriendo en Marawi, donde miembros extremistas robaron armas y municiones y liberaron varios presos.
La primera de esas fuerzas movilizó aviones SF-260, helicópteros y efectivos de infantería para asediar a los rebeldes.
El vocero del presidente, Ernesto Abella, dijo que el número de muertos por los combates se elevó a 129, entre ellos 89 militantes, 21 oficiales y 19 civiles.