La primera ministra británica, Theresa May (Foto: AFP/VNA)

 Su enfoque fue ratificado el domingo después de que el ex canciller Boris Johnson calificara de "irrazonables" los temas relativos a las aduanas reiterados por el Gabinete, en la primera sesión de la conferencia anual del Partido Conservador, que comenzó aquel día y concluirá el miércoles.

La opinión pública prestó también atención a la propuesta de May sobre el control de las inversiones extranjeras en el sector inmobiliario. En ese sentido, los compradores foráneos de viviendas en el Reino Unido sufrirán un impuesto de 3%, porque según el Gobierno británico, está probado que las condiciones demasiado favorables para los extranjeros en ese campo aumentan el precio de los inmuebles.