Por Ángel Miguel Bastidas
Escribimos el título entre comillas porque así están asentadas esas palabras en el artículo IV de la Constitución Nacional de la República Socialista de Vietnam de 1992, reformada en el año 2013, de tal manera que a la luz de esa Carta Magna se puede entender en pocas palabras el significado que ha tenido para el pueblo vietnamita el XIII Congreso del Partido Comunista, finalizado recientemente en el Centro de Convenciones de Hanoi, con la participación de mil 587 delegados que representaron a 5.1 millones de militantes, tras una semana de discusiones.
Si queda alguna duda sobre el blindaje constitucional que poseen los vietnamitas frente a cualquier reincidencia de quienes azotaron a ese pequeño país de 331.212 km² durante más de un siglo, he aquí el texto del Artículo IV:
"El Partido Comunista de Vietnam, la vanguardia de la clase obrera vietnamita y representante fiel de los intereses de la clase obrera, el pueblo trabajador y toda la nación, guiado por el Marxismo-Leninismo y la ideología del Presidente Ho Chi Minh, es la fuerza que dirige el Estado y la sociedad. Las organizaciones del Partido actúan en el marco de la Constitución y las leyes."
Curiosamente, el artículo IV de la antigua Constitución de lo que se llamó hasta el 30 de abril de 1975 República de Vietnam del Sur, durante la ocupación francesa, japonesa y estadounidense, resaltaba el carácter anticomunista de ese gobierno lacayo, por lo cual se prohibía las actividades comunistas y condenaba a quienes respaldaran la propaganda de las organizaciones revolucionarias.
A 35 años del milagro vietnamita
Uno de los puntos más importantes de la agenda del XIII Congreso del PCV tiene que ver con la meta estrategia trazada por el VI Congreso en 1986, hace ya 35 años, cual suerte de utopía que luego de tres años visualizó los primeros síntomas del viraje hacia la economía de mercado como resultado del llamado Đổi mới o renovación.
La máxima cita del Partido Comunista vietnamita mostró cifras que ponen en evidencia la consolidación de los notorios cambios experimentados a partir de 1989 cuando verdaderamente arrancó la apertura del país indochino hacia nuevas relaciones en el campo internacional que crearon las condiciones de cara al desarrollo de una renovada economía que ofertaba facilidades a inversores extranjeros, de tal manera que Vietnam comenzó a dejar de ser un país de mano de obra barata para ir avanzando hacia una nueva realidad; más consistente con la mira puesta en una economía dinámica, moderna e industrializada, combinando la privatización de algunos sectores con sus políticas nacionales sin perder el equilibrio entre sus potencialidades y desafíos globales.
En el camino se fueron quedando los calamitosos años de la posguerra, de hambre, entre el aislamiento internacional producto del prolongado cerco económico, pero luego llegó el progresivo acercamiento con Estados Unidos y algunos países europeos, relaciones que a la postre fueron consolidando las condiciones para establecer un dinámico intercambio económico y financiero que abonó el camino para superar definitivamente la crítica situación que vivía la nación indochina, expresada en una pobreza que rondaba un 75%, pero que hoy se balancea entre el 5 y el 6%, mientras que el desempleo oscila entre el 3 y el 4%. La alfabetización se sitúa en el 95,3% de la población, incluyendo las zonas más remotas donde habitan la mayoría de los 54 pueblos originarios, mientras que aldeas, pueblos y ciudades se multiplican las emblemáticas edificaciones amarillas destinadas a millones de estudiantes de diferentes niveles, que labrarán caminos hacia la Patria gigante con la cual soñó Hồ Chí Minh
Hoy, el país anamita muestra un abanico impresionante de relaciones fraternales con 165 países, entre ellos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), con presencia destacada en la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), el Área de Libre Comercio (AFTA), el Foro Regional (ARF), Área de Inversiones (AIA), lo cual ha creado el escenario propicio para que el Estado asuma papel clave como rector dentro de la estabilidad general del país y que a su vez se constituya en instrumento determinante que hoy explica el crecimiento de los últimos años.
Convertir el país en un importante centro industrial es el gran reto del Partido Comunista según los lineamientos del XIII Congreso del PCV: se trata de un objetivo ubicado en el mediano plazo para lograr ingresos que superen el nivel medio bajo para el 2025, nada mejor para celebrar a lo grande el medio siglo de la Victoria de la Primavera del 30 de abril de 1975.
No menos importante será la fiesta del Centenario de la Independencia, en el 2045, fecha para la cual Vietnam espera elevarse en el Sureste Asiático como un país desarrollado.
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