(VOVWORLD) - “Escalera cultural” es como se le llama al área de debajo de los peldaños de un antiguo edificio de apartamentos, en el barrio de Nghia Tan, en el distrito de Cau Giay, Hanói. En una superficie de sólo 20 metros cuadrados, se encuentran mesas, sillas y, especialmente, estantes con cientos de libros y periódicos de todo tipo, actualizados diariamente. Desde hace más de dos décadas, este lugar se ha convertido en una biblioteca frecuentada por muchos de los residentes.
Una tabla de reglas de prestar y devolver libros en la sala de lectura. (Foto: VOV) |
En contraste con el bullicio y ajetreo de fuera, en el edificio A3, situado en el barrio de Nghia Tan, precisamente en su escalera, donde nació el modelo de “escalera cultural”, se percibe un ambiente silencioso y tranquilo, muy favorable para la lectura. Los habitantes de esta zona residencial disfrutan mucho de la iniciativa.
“Esta área crea entre nosotros el hábito de la lectura”.
“Se trata de un sitio de encuentro, en el que llevamos a cabo actividades comunitarias. Con su presencia, podemos ver cuánto ha mejorado la vida cultural de la ciudadanía”.
En esta librería colectiva, cada quien se encarga voluntariamente de una tarea de gestión. Hay personas que recogen libros y periódicos mientras otros se ocupan de mantener siempre limpios el piso y los estantes. Los libros y las publicaciones de prensa están colocados en orden. En la pared, se puede ver una pizarra llena de boletines y un reglamento de la “biblioteca”.
Esta “escalera cultural” se creó en septiembre de 1999. Pero sus fundadores no imaginaban que el lugar sería lo que es hoy. Al principio sólo pensaron en establecer un espacio de lectura colectiva. Uno de los promotores, el señor Doan Chuong, tenía en esos momentos un taller de carpintería, por lo que procedió a armar bancas, sillas y mesas, mientras otros voluntarios salieron a pedir el apoyo de la gente con donaciones de libros y periódicos que tenían guardados en su casa.
Recordando esos primeros momentos, otro residente local, Nguyen Van Duy, contó: “El secretario del Comité del Partido Comunista de nuestra zona residencial aportó a esta biblioteca ediciones del periódico Nhan Dan, y el jefe de la misma, el diario Ha Noi Moi, mientras otras personas contribuyeron lo que tenían para leer. Aquí, los pobladores leían libros o periódicos, o charlaban con los vecinos sobre cosas de la vida, y de ese modo obtenían más conocimientos relativos a distintas esferas. Si alguna persona conocía una buena receta medicinal en las publicaciones científicas, la compartía con los otros residentes. Muchos llevaban sus libros de notas para copiar lo que les interesaba”.
Libros y periódicos donados por los habitantes del barrio Nghia Tan
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A más de 20 años de su establecimiento, este espacio aún persigue el objetivo inicial: el de impulsar la lectura entre los habitantes. Aunque en la actualidad, todos pueden acceder de modo rápido y cómodo a las fuentes de información gracias al desarrollo de la tecnología, la “escalera cultural” del edificio A3 del barrio de Nghia Tan registra cada día un promedio de unas 20 entradas, sobre todo de las personas de tercera edad y otros sectores interesados en leer libros o periódicos y en consultar documentos.
Su administrador, Do Trung Minh, dio a conocer: “Aquí hay unos 20 periódicos diferentes y muchos libros, entre ellos se pueden encontrar novelas y hasta libros de Derecho. La lectura en nuestra zona de residencia se ha convertido en un movimiento, que se ha ampliado cada vez más. Los efectos de este modelo se pueden comprobar en las inmediaciones, en los edificios de apartamentos A5 y A6, donde se instalan también estantes llenos de libros y publicaciones de prensa, así como mesas y sillas para los lectores”.
Hasta ahora, más de 176 escaleras colectivas en el barrio de Nghia Tan, del distrito de Cau Giay se han registrado para crear el espacio de lectura comunitaria. A pesar de su menor escala, este modelo sigue potenciando su significado y trayendo alegría a sus pobladores.