(VOVWORLD) - Do Van Hieu, un residente de Hanói, ha abierto desde hace varios años una lavandería para crear puestos de trabajo para personas con discapacidad, que se llama “Chia se” (Compartir). De esta manera, les ha ayudado con un sustento de vida para que puedan trabajar y vivir por sí mismos
Nguyen Trung Dong, del distrito de Dong Van, provincia norteña de Ha Nam, fue rechazado una vez cuando solicitó un trabajo debido a que sus manos no pueden sujetar las cosas, un requisito para dicho empleo. Entonces, sin ingresos, su vida era muy difícil. Pero, afortunadamente, encontré luego a Do Van Hieu, el dueño de la lavandería “Chia se”, quien le ofreció una oportunidad de trabajo. “En ese momento, no tuve trabajo. Por eso me quedé en casa para cuidar a los niños con mi madre. Ahora tengo un trabajo más divertido. Quiero dedicarme a ello. Lo hago con entusiasmo y de todo corazón”, contó Trung Dong.
Nguyen Trung Dong está operando la lavadora. |
Desde que trabaja en la lavandería, la vida de Tran Van Luan, de la provincia central de Thua Thien Hue, ha cambiado mucho. Por tener una discapacidad en las piernas, también encontró dificultades en la búsqueda de trabajo. Para ganarse la vida crió pollos, pero por falta de conocimiento, fracasó. Después, aprendió la profesión de hacer papel votivo. El trabajo era adecuado para él, pero los ingresos no eran estables. La vida era tan precaria hasta que encontró un trabajo en la lavandería de Do Van Hieu. Aquí, no solo consiguió un empleo apropiado, sino también recibió un salario que superaba sus expectativas. En particular, él y sus colegas también pueden compartir fácilmente las tareas diarias.
“Creo que el trabajo aquí es adecuado para mí y mis amigos. Podemos ayudarnos unos a otros. Por ejemplo, tengo dificultad para caminar, hay amigos que pueden ayudarme en la movilidad. Mientras, puedo ayudar a quienes tienen discapacidad en manos”, compartió Van Luan.
Antes de abrir esta lavandería, Do Van Hieu había sido propietario de otras dos similares, pero con trabajadores completamente sanos. Dijo que en una contratación rechazó a una persona con discapacidad en la pierna. Pero luego cambió de opinión. El hombre dijo: “Tras rechazarlo, pensé mucho. Descubrí que el trabajo en la lavandería no es demasiado pesado y no requiere moverse mucho. Así, contacté a dicha persona y le di una oportunidad”.
No solo se encarga del lavado, planchado y plegado, Tran Van Luan también recibe y devuelve la ropa a los clientes. |
De hecho, ese empleado discapacitado ha completado muy bien sus tareas. Es trabajador, dedicado y leal. Según Van Hieu, éste fue el factor que lo ayudó a decidir abrir una nueva instalación de lavandería, denominada “Chia se”, donde los trabajadores son principalmente personas discapacitadas.
El dueño compartió que muchos clientes, cuando vienen aquí, quieren mediante el uso de los servicios de la lavandería crear indirectamente empleos y ayudar a las personas con discapacidad. De esta manera, tanto él como sus empleados cuidan siempre de brindarles los servicios con la mejor calidad posible, con el fin de retener a los clientes.
“Desde el principio, siempre recuerdo a mis trabajadores que si la ropa no está limpia, los clientes nunca regresarán. En este caso, no tendrán trabajo. Todos entienden eso, por lo que siempre hacen todo lo posible para mejorar constantemente la calidad del servicio de lavandería”, destacó Hieu.
Actualmente, Do Van Hieu tiene cuatro lavanderías. Está convirtiendo gradualmente las instalaciones antiguas hacia el modelo de “Chia se” para poder apoyar a más personas con discapacidad. Según él, ésta es la dirección correcta.