(VOVworld) – El Gobierno de Vietnam instruyó al Ejército y al sistema médico de realizar los tratamientos preliminares para las personas expuestas a sustancias tóxicas, rociadas por el Ejército de Estados Unidos durante su invasión al país. Después de la liberación del Sur, en abril de 1975, el Estado emitió numerosos mecanismos y políticas en apoyo a la gente contaminada por el agente naranja, perfeccionándolos de forma gradual hasta la fecha. Además del tratamiento médico, ha movilizado todos los recursos nacionales e internacionales para ofrecer los mejores servicios de educación y rehabilitación para estas víctimas, ayudándolas a superar sus incapacidades para progresar.
Un representante de la Cruz Roja vietnamita visita y entrega obsequios a una víctima del agente naranja
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Hasta ahora, Vietnam ha asentado políticas para alrededor de 300 mil inválidos de guerra y sus descendientes afectados por el defoliante norteamericano. Aproximadamente el 30% de las víctimas ya se beneficiaron de los programas prioritarios de atención médica y rehabilitación. Y entre el 20 y 25% de los niños infectados de la segunda y tercera generación, también recibieron tarjeta sanitaria. El Hospital Militar 103, en Hanói, instaló el Centro de Desintoxicación que contribuye a elevar la calidad de vida de las víctimas del agente naranja en todo el país. Numerosos pacientes obtuvieron allí un tratamiento médico según el método Hubbard, aplicado a través la evacuación gradual de las sustancias tóxicas de su cuerpo. Sin embargo, para someterse a esta fórmula, cada paciente debe pagar una cuota de al menos 13 millones de dongs (unos 600 dólares). Por esta razón, el profesor asociado y doctor Hoang Manh An, director del mencionado hospital militar, llevó a cabo con sus colegas una intensa investigación en este sentido para para reducir el coste del tratamiento. Piensa haber encontrado buenos remedios basados sobre la medicina tradicional, que se combinan con los principios de Hubbard. Al respecto, Hoang Manh An dijo: “Con este nuevo método, pusimos en marcha un curso de tratamiento durante 4 semanas para las víctimas. Sus resultados son equivalentes al del método de Hubbard, pero con la ventaja de costar sólo la mitad o hasta un tercio. Creemos que si los pacientes respetan nuestras instrucciones de forma detallada y estricta, su salud mejorará notablemente.”
Además de la atención médica a las personas contaminadas por la sustancia mortífera, la crianza de los chicos damnificados por ella capturó también la atención del público. Nguyen Van Cuong, jefe del Centro de Auxilio, Atención y Rehabilitación para víctimas del agente naranja de la provincia altiplana de Lam Dong, dijo: “Después de 3 años de operación, nuestro centro ha recibido a más de 40 niños contaminados por la dioxina, de los cuales algunos terminaron el curso de tratamiento, y luego, volvieron a vivir con sus familias. En cuanto a los jóvenes restantes, les ayudamos a buscar puestos de trabajo aquí mismo. En particular, damos cobijo a 13 chicos con discapacidad intelectual, enseñándoles a leer y escribir para integrarse en la comunidad.”
Doctores del Hospital Militar 103 examinan el estado de salud para los afectados por la dioxina
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De hecho, el apoyo a la gente afectada por la sustancia tóxica también supone una formación profesional, dándoles un trabajo para estabilizar sus vidas. Esta es la opinión de Le Quoc Bao, presidente de la Asociación de Víctimas del Agente Naranja / Dioxina de la provincia sureña de Tien Giang; añade lo siguiente:“Nos centramos en la revisión, investigación y clasificación de las víctimas para que puedan recibir la debida atención. Hemos puesto en marcha una serie de programas de apoyo y recaudado fondos para ayudar a los damnificados a criar un rebaño de vacas y de cabras, o abrir también una pequeña tienda de comercio. Además, estamos coordinando con la Asociación de Vietnamitas en Francia y otras organizaciones sociales para proporcionar asistencias económicas a los niños afectados, ayudándoles a continuar sus estudios.”
Desde 2004, la Asociación de Víctimas del Agente Naranja (VAVA) estableció sus sucursales en 63 provincias y ciudades, con cerca de 360 mil miembros que son veteranos de guerra y voluntarios. Entre 2011 y 2016, ha movilizado cerca de un billón 115 millones de dongs (casi 50 millones de dólares), destinados a colmar las necesidades urgentes de las víctimas. Los proyectos financiados incluyen en particular la construcción de centros de rehabilitación en las provincias, la creación de puestos de trabajo para casi 500 desafortunados, la edificación y reparación de mil 600 casas, y el suministro de medicamentos gratuitos a 78 mil pacientes. Por su parte, Nguyen Thi Hien, presidenta de la filial de la VAVA en la ciudad central de Da Nang, expresó: “Vemos nuestra asociación como un taxi. cada vez que alguien necesita ayuda y nos llama, estamos allí. Tenemos que trabajar incluso los domingos, pero estamos muy contentos de contribuir a compartir el dolor físico y mental de las víctimas.”
El gobierno de la provincia central de Quang Tri celebra la entrega de una casa de solidaridad a un ex veterano de guerra expuesto a la dioxina
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Colaborar para cuidar y ayudar a los heridos del agente naranja brinda felicidad y sentimiento de responsabilidad en toda la sociedad. Esta es también la forma en que el gobierno y el pueblo de Vietnam están progresando para aliviar este dolor, sólo en parte desgraciadamente, porque no tiene fin.