(VOVWORLD) - Xăng Khan es un rito lleno de identidad cultural y espiritual de la etnia Thai en la provincia central de Nghe An. Esta comunidad lo celebra para rogar por la paz y la salud, además de para agradecer a los chamanes, los antepasados y las deidades.
El chamán principal (camisa roja) preside y hace ofrendas a los ancestros, los dioses, el Cielo y la Tierra. (Foto: baotintuc.vn) |
El ritual Xăng Khan proviene del culto a los antecesores, cuyos celebrantes suelen ser los sacerdotes quienes poseen la capacidad de comunicarse con los santos y de ser un puente entre estos y los seres humanos. Quienes se han recuperado de enfermedades gracias a la intercesión de los hechiceros los consideran como padrinos. Antes del ritual, un grupo de chamanes, habitualmente compuesto por un máximo de cinco personas, eligen una fecha auspiciosa para la ceremonia. El chamán principal preside el voto y las ofrendas de veneración a los antepasados y santos, mientras que los demás observan y estudian el ritual.
Al respecto, Lu Van Xuan, sacerdote residente en la comuna de Chau Hoang del distrito de Quy Chau, informó: “Los chamanes curan a las personas con enfermedades. Después de su recuperación, los pacientes celebran el rito Xăng Khan. Espiritualmente, los chamanes viajan al Cielo para rezar por la salud y prosperidad de los aldeanos. También oran por la multiplicación del ganado y por cosechas abundantes”.
El rito Xăng Khan se celebra a lo largo de un día y una noche en la sala de huéspedes de la casa del chamán y en las áreas al aire libre alrededor de la vivienda. Además de las ofrendas, se usan instrumentos musicales para actuaciones artísticas. Otro rasgo distintivo de esta ceremonia de la etnia Thai, es que levantan un árbol de veneración, o “xằng tang”, en medio de la casa donde se lleva a cabo el rito. De este poste se cuelgan efigies de animales hechos de médula del árbol “xằng tang”. Estas figuras se tiñen de diferentes colores. Después de cumplir con los procedimientos de la ceremonia, los ahijados del hechicero celebrante y otros aldeanos bailan alrededor de dicho poste, bebiendo aguardiente de tinajas con pajas largas de bambú y rogando por la bendición de las deidades para sus seres queridos.
Nguyen Anh Tuan, director del Centro de Cultura y Comunicación del distrito de Quy Chau, informó: “El ritual ‘Xăng Khan’ sigue desarrollándose y se ha convertido en un movimiento de gratitud a los chamanes. La ceremonia requiere preparativos meticulosos. Si cuenta con actuaciones, las ofrendas deben incluir la cabeza de un cerdo, arroz cocido a vapor y teñido de diversos colores, peces, areca y betel, inciensos, flores y aguardiente según exigen los hechiceros. Si el ritual sirve para agradecer a los antepasados, sus ofrendas son preparadas por los chamanes, pero si se trata de un acto de gratitud a los hechiceros, la tarea es asumida por los aldeanos”.
La etnia Thai levanta el árbol de veneración “xằng tang” considerado como el eje central del ritual “Xăng Khan”. (Foto: baotintuc.vn) |
Poca gente recuerda cuándo exactamente apareció el “Xăng Khan”, pero se sabe que la ceremonia suele ser realizada anualmente por los chamanes de cada poblado. El rito tiene diferentes formas y cada uno tiene su propio tema que es, o un poema épico, leyenda o cuento de hadas escritos en rima que cuenta sobre el camino de los ancestros de la etnia Thai quienes roturaron la tierra para asentarse, además de los héroes nacionales y los hechiceros que les enseñaron cómo tomar medicinas, curar enfermedades y salvar a seres conscientes.
El doctor Vi Van An, jefe del Departamento del Sudeste Asiático del Museo de Etnología de Vietnam, dijo: “Por lo general, cada 3 o 5 años, la gente celebra una gran ceremonia ‘Xăng Khan’ en la que el chamán incluso debe sacrificar un cerdo. Y los que se curan de enfermedades suelen ser personas que aportan pollos, o donan dinero para comprar cerdos. Cada año, en marzo, cuando florecen las plantas de celosia cristata, es el momento de celebrar el ritual”.
La ceremonia “Xăng Khan” está asociada con el nacimiento y el desarrollo del grupo étnico Thai, creando una identidad cultural distinta, inconfundible con la de otras comunidades. El ritual aún conserva muchos procedimientos y actuaciones populares. Por todas estas razones, fue incluido en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo el 11 de septiembre de 2017.