La boda de los San Chi

(VOVworld) – Las etnias de Vietnam desde tiempos inmemorables mantienen sus rasgos culturales originarios, los cuales que se reflejan mucho en las bodas, y la comunidad San Chi en la provincia norteña de Bac Giang no es la excepción.

Antes de contraer matrimonio, los novios de la etnia San Chi cumplen con los ritos ancestrales de casamiento desde el primer encuentro entre las dos familias, la confirmación de la compatibilidad de destinos de los dos jóvenes, el pedido de mano y la entrega de la dote por parte del futuro yerno hasta la marcha de la prometida a la casa de su amado. Entre estos protocolos el pedido de mano se destaca por sus tradiciones culturales profundamente arraigadas. Esta formalidad, llamada “lễ đặt gánh”, suele celebrarse en la primavera o cuando estén más libres de las ocupaciones, principalmente el día primero o el 15 del mes. El encuentro en general es simple, se efectúa para que las dos partes se pongan de acuerdo sobre la dote, o cantidad de dinero y bienes que se le entregará a la familia de la joven. En esta fecha, la familia del futuro yerno encarga a un mediador y 4 jóvenes presentar ante los progenitores de la novia unos obsequios como símbolo del compromiso y concertar la fecha de la boda. El casamentero debe ser una persona de otro linaje y respetado por dominar el uso de la lengua y las costumbres tradicionales. La escena de canciones alternadas entre las dos familias en esta ceremonia es un rasgo cultural muy singular, en la cual los familiares de la prometida entonan canciones invitando a los miembros de la futura familia política a responderles de la misma manera, y si estos ganan, pueden entrar en casa. De lo contrario, deberán tomar la bebida alcohólica ofrecida por la familia de la muchacha, y si tampoco vencen esta prueba, se les echará el líquido en su cabeza como castigo. Este es realmente un escenario divertido que acerca más a las dos familias.


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Familiares y amigos del novio van a buscar a la prometida a su casa en el dia de casamiento

ya culminan todos los protocolos del pedido de mano, antes de abandonar la casa de la novia, a cada integrante de la delegación de la familia del futuro yerno menos al casamentero se le pone ceniza en la cara con el deseo de que tengan mucha suerte en el camino de regreso y puedan engañar a los malos espíritus. La señora Ly Thi Nam, residente de la comuna Kien Lao, del distrito de Luc Ngan, precisó que después del pedido de mano, viene el período en el cual las dos familias y la pareja profundizan sus relaciones. Este lapso puede prolongarse de uno a tres años. Hablando de su ceremonia de casamiento, ella contó: “Mi marido y yo, nos casamos justamente 3 años después del pedido de mano, puesto que él seguía estudiando, yo me quedé en mi hogar, es decir cada cual permaneció en su propia casa. Mis nupcias se efectuaron solo cuando cumplí los 20 años. El período de espera me permitió madurar más y reafirmar ante todos el compromiso entre nosotros y entre nuestras dos familias.”

A diferencia de otros grupos étnicos, los San Chi en Luc Ngan no piden ropas como parte de la dote para sus hijas, sino que son ellas quienes cultivan el algodón, tejen telas y confeccionan las vestimentas durante este tiempo de espera. Un mes antes del casamiento, los familiares de la prometida, como los tíos y las tías, le invitan de modo alternado a banquetes que le preparan en su casa para despedirse de ella. En estos encuentros, las personas mayores le dan muchos consejos prácticos para facilitar su incorporación al nuevo hogar, tales como amar al marido y a los hijos, trabajar con laboriosidad, respetar a la familia de su esposo, no sentarse en la puerta, no vestirse con descuido o con escasas ropas, etc.


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La novia se prepara antes de ir a la casa de su marido

Un día antes del casamiento, la familia del futuro yerno lleva la dote a la familia de la novia para ayudarle a cubrir el banquete de boda. Después de entregar los obsequios, regresarán y no volverán hasta la mañana del día siguiente para buscar a la prometida. Ly Van Mac, jefe de la aldea Ho, en la comuna Kien Lao dio a conocer: “Un casamentero y dos chicas se incluyen en la delegación que lleva la dote compuesta por frazadas, una gallina y un búfalo a la casa de la novia. Además le entregará 140 kilos de carne de cerdo, un saco de arroz normal y otro glutinoso, areca y betel, y de 60 a 80 botellas de ron. Todos estos bienes antes se llevaban a cuestas debido a las difíciles condiciones de tránsito en la zona montañosa donde vivían los San Chi y sus pocos recursos”.

La mañana del día de la boda, la delegación integrada por el casamentero y dos damas de honor regresan en busca de la novia. En el camino, al pasar por un puente o atravesar un arroyo, el casamentero arroja monedas creyendo que de ese modo pueden pagar el peaje y espantar los demonios y los fantasmas. Una vez llega a la familia de quien desde ahora será su marido, la muchacha y sus amigos no entran en la casa sino que se quedan unos minutos afuera para recibir de la familia política areca y betel, ofrendas que se suelen hacer en ceremonias como ésta.

El casamiento de una familia San Chi es también un día de alegría para toda la comunidad. En la noche, los jóvenes se congregan para el intercambio de canciones y la felicitación a la pareja. La sesión de canto que se prologa por toda la noche demuestra los sentimientos sinceros de todo el mundo hacia la joven pareja con el deseo de que construyan un hogar lleno de amor y felicidad.

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