(VOVworld) – Cada una de las 54 etnias que pueblan la geografía vietnamita tiene un estilo de vida propio, incluida una vivienda típica. La casa tradicional de los Nung tiene sus rasgos característicos.

Una casa sobre pilotes de los Nung

Sea levantada sobre pilotes, construida con tierra o represente una mezcla de estos dos tipos, las moradas de los Nung suelen apoyarse en las laderas de una loma o un monte, en una zona muy poblada de árboles y segura, es decir, sin la amenaza de deslizamientos de tierra.

De acuerdo con los principios geománticos de este pueblo, las casas deben mirar al sur, con vista a un terreno espacioso, no a montañas, ríos o malezas con formas extrañas. Se cree que si la casa se encuentra en la dirección de un pico de la montaña, sus miembros correrán altos riesgos de tener accidentes, y si se trata de un matorral, que hace pensar en animales salvajes, las crías de la familia pueden sufrir plagas o pérdidas.   

La vivienda tradicional hecha de tierra

El apego por la naturaleza es una característica muy marcada de los Nung. Si se trata de las casas sobre pilares, estas, hechas de madera y bambú, están rodeadas por huertos protegidos por una cerca. Luong Van Thiet, investigador de la cultura popular y funcionario del Museo de Etnología de Vietnam, aclaró al respecto: “La casa sobre pilotes de los Nung es bastante espaciosa. Se apoya sobre 6 u 8 pilares y cuenta con un número impar de habitaciones, que pueden ser 5, 7 o 9, en dependencia de los miembros de la familia. Según la filosofía ancestral de esta comunidad autóctona, las viviendas con habitaciones impares están destinadas a las personas vivientes, mientras aquellas con números pares son los lugares de reposo eterno de los muertos. De igual modo, las escaleras de la casa sobre pilotes deben sumar un número impar de peldaños, de 7, 9 u 11”.

En las casas sobre pilares de los Nung, el espacio debajo del piso está destinado a la cría de animales domésticos. Es también el lugar donde las mujeres tiñen telas para confeccionar ropas y los hombres afilan machetes o cuchillos y reparan otros instrumentos agrícolas.

Los cimientos de estas moradas son muy sólidos ya que son formados por piedras amontonadas

Mientras, el área residencial está dividida en dos partes por un tabique de madera. En la parte delantera se ubican el altar a los antepasados, el dormitorio del dueño de la familia y de los hijos solteros, e igualmente sirve de sala de estar para recibir a los visitantes. Detrás de ese biombo de madera se encuentra el espacio más femenino de la casa, con la hoguera familiar. Lo especial de la cocina de los Nung es que en ella se instala siempre un sitio de culto a la Comadrona, para pedir la fertilidad y la salud de los niños.

Los Nung también viven en casas hechas de tierra, las cuales tienen dos vertientes: una con pura función residencial y otra semejante a una fortaleza. Ambas se remontan a tiempos antiguos y están estrechamente vinculadas con la vida de los autóctonos en la zona fronteriza de Lang Son. Al respecto, Hoang Van Pao, funcionario de cultura de esta localidad, explicó: “Las viviendas tradicionales de los Nung se construyen con materiales del lugar. Utilizan tierra, madera, paja y tejas mixtas para estas construcciones cuyas paredes son de barro mezclado con arcilla y conglomerado, cada una tiene un grueso de 50 a 70 centímetros, lo que las fortifica y las hace durar siglos”.

Las paredes de las casas de arcilla son trabajadas primorosamente

Los cimientos de este tipo de vivienda están formados por piedras, unas sobre las otras, por lo cual constituyen una base muy sólida y resistente. Para levantar las paredes, se llenan grandes moldes de arcilla y se presiona la masa con morteros de madera. Este paso se repite 7 veces para que las paredes se solidifiquen de la mejor manera posible. En los cuatro rincones se colocan troncos de árboles grandes para sostener las vigas y el techo. Estas casas destacan por su bajo costo de construcción, estructura resistente y utilidad en los climas extremos.

Si las casas de tierra de un piso son cómodas para los quehaceres diarios de sus usuarios, las construcciones parecidas a fortalezas tienen dos plantas y constituyen una combinación entre la estructura sobre pilotes y la de barro. Antes, estas edificaciones se levantaban para prevenir las agresiones y saqueos extranjeros. En las gruesas paredes de 40 a 60 centímetros se forman aspilleras, mientras los espacios de esta vivienda se comunican. El segundo piso es para colocar el altar a los ancestros. La puerta principal recibe la luz del sol para todas las otras habitaciones.

Numerosas casas de tierra de los Nung en la provincia de Lang Son mantienen aún su belleza rústica y secular, lo que las convierte hoy día en sitios de interés cultural para muchos turistas y fotógrafos.