(VOVworld) – La práctica del culto a las Diosas Madres de Vietnam fue añadida por la UNESCO en la lista de Patrimonios Culturales Intangibles de la Humanidad el 1 de diciembre de 2016, en la oncena sesión de su Comité intergubernamental para la Salvaguardia de dichos tesoros, en desarrollo en Adis Abeba, capital de Etiopía. Este reconocimiento ha reafirmado la vitalidad y quintaesencia de dicha creencia popular del pueblo vietnamita que a partir de ahora será enaltecida de manera sistemática cumpliendo con los requisitos de preservación patrimonial del mundo.
La vitalidad de la práctica del culto a las Diosas Madres ha sido confirmada con su existencia a lo largo de todo el milenio. Esta creencia ha sobrevivido porque satisface necesidades cotidianas de la población, tales como la alegría, la felicidad y la suerte. Según el profesor Ngo Duc Thinh, ex-rector del Instituto de Investigación de la Cultura vietnamita, el punto más destacado de dicho patrimonio reside en los rasgos más arraigados de la nación, atrayendo así el gusto de compatriotas de generación en generación. El experto dio a conocer: “Los vietnamitas tienen su propia técnica de entrar en trance, haciendo resaltar la tradición cultural nacional. En un rito de chamanismo se puede apreciar un acervo de la cultura vietnamita con objetos vivos que atraen a la gente en búsqueda de la verdad, la benevolencia y la belleza. Se trata de una práctica de adoración a las mujeres por lo que resaltan los valores más hermosos. De esta manera, todo lo relativo a esta creencia es igual de bello, espléndido y brillante, tales como los atuendos, bailes y la música, convirtiéndose en la cumbre de la creencia cultural y artística de Vietnam”.
Altar de culto de las Diosas Madres de tres Reinos
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Desde su aparición, la veneración a las Diosas Madres ha heredado la quintaesencia de otras culturas. A lo largo de la historia, esta práctica en combinación con el culto a los Santos han experimentado altibajos. Hubo ocasiones en que no se reconocían dichas creencias populares. Sin embargo, desde 1986 hasta la fecha han sido preservadas en materia de identidad cultural local. En tanto, la doctora Nguyen Thi Ngoc Mai, jefa de la Sección de Investigación de Religión y Creencias, adscrita al Instituto de Investigación Religiosa informó: “El viraje se produjo en 1986 con el pensamiento renovador del Estado que promulgó la Ley de Patrimonios Culturales, contribuyendo así a preservar el culto a la Diosa Madre. Esta práctica satisface las aspiraciones del mundo secular que buscan la prosperidad, suerte y ascenso de posición social. Se trata de las demandas prácticas de la actual coyuntura y por eso atrae la atención de la mayoría de las personas”.
Un "thanh đồng" entra en trance en el ritual de culto a las Diosas Madres de tres Reinos
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Para lograr el reconocimiento de la UNESCO, la singularidad, la investigación y publicación de los valores del patrimonio, son labores trascendentales que evidencian los esfuerzos abnegados de numerosos científicos y especialistas en cultura. Son ellos quienes han recopilado informaciones y promovido la idiosincrasia del culto a las Diosas Madres de tres Reinos en contribución a cambiar el pensamiento de los administradores y la comunidad sobre las actividades espirituales. Además, las primeras personas que llegaron a practicar este rito son las que tienen afinidad predestinada, quienes ahora juegan un papel protagónico en la conservación patrimonial. En cuanto a este tema, el profesor Ngo Duc Thinh dijo: “Ahora valoramos esta actividad con mayor objetividad sin considerarla supersticiosa. Lo hemos logrado durante décadas, por lo tanto, los científicos, dirigentes del gobierno y los demás sectores de la población han renovado su conocimiento sobre el tema. La veneración a las Diosas Madres evidencia un cambio innovador en el pensamiento popular acerca de este ritual”.
Aunque en la sociedad moderna, dicha creencia se desarrolla de manera dispersa, con una larga historia de evolución que confirma su originalidad, es seguro que podrá enaltecer al máximo su quintaesencia mereciendo ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. De esta manera, el reconocimiento de la UNESCO a la práctica del culto a las Diosas Madres destaca los esfuerzos de Vietnam en la preservación de este acervo cultural intangible del pueblo.