(VOVworld) - A unos 3 kilómetros al Sureste de la ciudad de Soc Trang, Chua Doi (la Pagoda de los Murciélagos) llamada también Mahatup o Ma Toc es una de las obras arquitectónicas simbólicas del Budismo Nam Tong de los jemeres en la Cochinchina. La originalidad de este lugar de culto consiste en que en su amplio recinto de más de 3 hectáreas viven muchos murciélagos. En especial los fines de semana los visitantes pueden disfrutar de la música tradicional pentatónica presentada por los niños.

En las vacaciones, los alumnos jemeres llegan a Chua Doi para practicar la música pentatónica, ya que en el año escolar solo se entrenan los sábados y domingos. El mayor de ellos tiene l5 años y el más pequeño, 6, y todos tocan apasionadamente instrumentos musicales tradicionales. Do Minh Duong de l5 años de edad, alumno del séptimo grado, enseña minuciosamente a los más pequeños. “En los fines de semana ofrecemos conciertos a los visitantes. Aquí hay también maestros, pero los mayores son instructores principales. La música que acaban de oír se llama “am tu” y es una pieza triste que se interpreta en los funerales”.

Do Minh Duong y su instrumento musical tradicional

Aunque solo ha estudiado música un año, Duong es el mejor del grupo. Sabe tocar todos los instrumentos pentatónicos. Este concierto incluye instrumentos hechos de 5 materiales: madera, bronce, hierro, piel y viento. El tambor “sam pho” tiene 2 caras tapadas con piel de buey y el instrumentista se golpea con las manos, creando sonido. El Ronek está compuesto de 26 piezas de madera o bambú en forma rectangular unidas y el intérprete utiliza dos mazos de madera para golpearlas suavemente. El Ronek de cesta produce un tono bajo parecido al Ronek, pero solo tiene l6 piezas de bambú. El Chling de los jemeres se parece al platillo de los Kinh (mayoritarios en Vietnam). El Sro lay es un clarinete de caña brava con una caja de resonancia de madera preciosa y el conjunto de Pun Piet está integrado por l6 gongs pequeños sostenidos por un armazón de mimbre semicirular y se toca con dos bolillos envueltos en piel. Entre estos instrumentos, Roneck es el principal que guía las partes de un concierto.

Un grupo infantil está actuando la música pentatónica
en la pagoda de los Murciélagos en Soc Trang

Se puede decir que la orquesta de pentatónica logra el nivel perfecto y estable sobre el sonido. No solo se refleja de modo impresionante en las melodías antiguas, sino también en los ritmos populares y la música moderna. Sin embargo, los alumnos jemeres solo pueden interpretar obras musicales fáciles. Duong Van Ninh, de l2 años, se muestra muy entusiasta al aprender la música en la Pagoda de los Murciélagos. “Empecé a estudiar hace solo 2 semanas, practicando 3 piezas musicales. Es muy difícil, por ello dedico la noche a interpretar una parte y por la mañana ensayo el resto”.

La pentatónica está ligada estrechamente a los lugareños y su vida cotidiana. Su sentimiento, alegría y tristeza se reflejan a través de cada nota. Los instrumentistas no son artistas profesionales, sino campesinos. Los niños presentan de modo sencillo la música tradicional, lo que demuestra la vitalidad vehemente del arte. Duong expresó: “He aprendido 50 piezas. En general podemos asimilar la música tradicional. La primera obra es un poco difícil y las demás son más fáciles”.

La música pentatónica se vincula con los jemeres tanto en su alegría como en su tristeza. Desde su nacimiento hasta su muerte, esta forma parte indispensable de su vida. Cada uno es consiente de la preservación de la música singular de su etnia. Por lo tanto, no solo en la Pagoda de los Murciélagos, sino en numerosos sitios de veneración en la provincia de Soc Trang se establecieron clubes de música tradicional y se dieron clases gratuitas a los niños. Ellos persiguen que este arte se desarrolle en los poblados jemeres, mezclándose en el aliento de la vida moderna./.