(VOVWORLD) - Para Hoang Seo Chan, un joven de la etnia Mong nacido en las altas montañas de la provincia norteña de Lao Cai, su mayor anhelo es cubrir de verde la tierra de dónde creció. Dejando a un lado las comodidades materiales y las buenas oportunidades laborales en las grandes ciudades, decidió regresar a su pueblo natal en búsqueda de mejorar las condiciones de vida y prosperar por su propia cuenta.
El celular de Hoang Seo Chan suena casi todo el tiempo. Responde las llamadas mientras confirma el pedido de las plantas, verifica las direcciones de cada encargo y luego supervisa la logística para asegurarse de que todos sus clientes reciban su compra en las mejores condiciones. Este hombre entrega el alma a su trabajo a diario y lo hace con toda certeza. Al parecer, nada le falla.
La cooperativa Ban Me crea empleos para muchos trabajadores locales.
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No dudó en compartir que sus habilidades y capacidades actuales se deben a los tres años en Japón, donde trabajó en diferentes fábricas industriales, desde la soldadura, hasta en las de producción de automóviles y aviones. De acuerdo con la historia compartida por el joven Seo Chan, cuando regresó a Vietnam se quedó en la capital para entrenar a los trabajadores, quienes necesitan adquirir conocimientos de la ingeniería mecánica y un nivel de japonés básico requerido por las empresas reclutadoras en el territorio nipón. Con ese trabajo logró acumular un ahorro, el cual utilizaría posteriormente para iniciar su actual emprendimiento.
“Al principio trabajé en Hanói, donde muchas empresas me buscaban. Sin embargo, llegó un momento en el que mi instinto me motivó a regresar a mi pueblo natal, porque de nada sirve trabajar si en el lugar en donde nací la gente sigue viviendo en condiciones vulnerables. Por esa razón volví a mi casa para ganarme la vida ahí, a la vez, compartiendo los conocimientos acumulados para que los lugareños puedan encontrar buenos empleos y mejorar sus condiciones de vida”, precisó Seo Chan.
Nacido en la aldea de Na Pa de la comuna de Ban Me, perteneciente a la provincia norteña de Lao Cai, la vida en el pueblo natal de Chan solía ser bien difícil. Es el sitio donde radican principalmente los grupos de las minorías étnicas Nung, Mong y Thu Lao, quienes se ganan la vida gracias al cultivo de maíz y la cría de animales a pequeña escala. Dedicó un buen tiempo en investigar y experimentar diferentes modelos de desarrollo agrícola para aplicarla en su pueblo y encontró una salida prometedora cuando viajó a la provincia central de Quang Nam.
"Durante una visita al distrito de Tam Ky observé a gente que cultivaba acacias y árboles Bodhi o ficus religioso en una zona montañosa cubierta de bosques. La población local prosperaba con ese cultivo. Como mi provincia también posee casi las mismas condiciones topográficas, se me ocurrió aplicar su modelo", recordó Chan.
En 2017, Chan gastó todos sus ahorros en llevar este modelo a Lao Cai y fundar su cooperativa. Chan continuó compartiendo la historia de su emprendimiento: “Cuando regresé a mi tierra natal empecé a cultivar hortalizas intercaladas con arroz en el mismo terreno. Al darse cuenta de que podían obtener buenos ingresos con las verduras, los agricultores locales empezaron a seguir mi modelo".
Desde entonces, Chan ha intentado muchas iniciativas para forestar su zona. Investigó los patrones climáticos locales y consiguió árboles adecuados en la Universidad Nacional de Agricultura de Vietnam, en Hanói.
"Empecé a plantar mil árboles y murieron 500 de ellos, pues en algunos no salía ni una hoja. Desde entonces decidí sembrar varias semillas hasta encontrar la variedad más adecuada a las condiciones climáticas de mi localidad. De pronto me di cuenta que la práctica era la labor más importante sobre la base de la teoría", reiteró Chan.
Hoy, a sus 38 años de edad, Chan es el jefe de la cooperativa de Ban Me, la cual cuenta con dos viveros que suministran más de 200.000 plantones al mercado cada año. Su cooperativa tiene 30 miembros y cada uno es capaz de generar un ingreso estable, de aproximadamente 430 dólares al mes. La familia de Leng Thi Khoi es parte de la dicha sociedad de Ban Me y manifestó al respecto: "La cooperativa nos proporciona semillas, y depende de nosotros germinarlas. Mis ingresos dependen de cuántas plantas consiga cultivar. Somos el principal proveedor de plantas de la región".
Para incentivar a la gente a dedicarse al cultivo de la canela, Chan ha tomado la iniciativa de enseñarles las técnicas necesarias y proporcionarles semillas. Además, ha colaborado con las autoridades del distrito de Si Ma Cai para organizar cursos de formación profesional y ofrecer consultas para las minorías étnicas.
"Mi meta es cubrir esta zona de árboles verdes que ayuden a purificar los recursos hídricos y a bajar la temperatura local. Además de sus beneficios medioambientales, podemos obtener muchos beneficios económicos del bosque".
En 2020, Hoang Seo Chan ganó el premio Luong Dinh Cua, un galardón concedido a los jóvenes agricultores ejemplares de Vietnam, por sus destacadas contribuciones a mejorar la vida de los lugareños en Lao Cai.