(VOVWORLD) - Desde hace tiempo, el distrito de Bac Yen perteneciente a la provincia norteña de Son La, se ha hecho famoso por las interminables nubes que cubren la comuna de Ta Xua, considerada un "paraíso entre las nubes" en el noroeste de Vietnam. Sin embargo, poca gente conoce que, si avanza hacia las montañas, se encontrará con la comuna de Xim Vang, la cual también posee un paisaje increíblemente poético.
Terrazas de arroz en la comuna de Xim Vang, provincia de Son La. |
En los días de otoño de septiembre viajamos en moto por caminos zigzagueantes y pasos escarpados a la comuna de Ta Xua, y avanzando unos 15 kilómetros más llegamos a la comuna de Xim Vang, que está a unos mil metros sobre el nivel del mar. Desde lejos, las aldeas de la minoría étnica Mong y sus arrozales en terraza dorados están escondidos entre un mar de nubes.
Xim Vang posee un clima fresco durante todo el año, con temperaturas medias en verano que oscilan entre los 15 a 23 grados centígrados. Junto con su accidentado terreno de carreteras sinuosas, las altas montañas y los arroyos selváticos, la comuna es conocida también por su fauna y flora, su vida pacífica y sus poéticos paisajes. Al admirar los pintorescos campos de arroz en terrazas, pocos saben qué hace 40 años la localidad era simplemente una tierra estéril y un lugar escasamente poblado donde los lugareños vivían en condiciones vulnerables. En aquella época, los Mong aún conservaban un modo de producción agrícola antiguo lo que provocaba una insuficiencia alimentaria.
Al respecto, Giang A Nenh, presidente del Comité Popular de la comuna de Xim Vang, informó que era muy difícil incentivar a los Mong a cultivar arroz en terrazas debido a la falta de un sistema de riego, las duras condiciones meteorológicas y la falta de conocimientos sobre la producción. Los agricultores locales creían que no era viable realizar este método de cultivo con éxito.
Gracias a las políticas e inversiones del Estado, los habitantes de Xim Vang obtienen ahora abundantes cosechas de arroz en los humedales.
"Hace más de 40 años, la agricultura tenía una productividad muy baja. Los habitantes sufrían a menudo de hambre y tenían que comer vegetales recolectados en el bosque. En aquella época, las autoridades comunales visitaban todos los hogares y aldeas para ayudarles en la construcción del sistema de agua y en la renovación de la tierra. Era un trabajo difícil debido a la falta de recursos. Al principio, muchas familias no seguían las instrucciones de las autoridades locales, pero ahora muchos se han dado cuenta del beneficio de este método de cultivo", dijo Nenh.
El paisaje de Xim Vang en otoño. |
Tras un paseo de 15 minutos por las laderas de la montaña, aparecen los pintorescos campos de arroz en terrazas extendidas radiantes a la luz del sol. En los últimos años, el Programa de Renovación Rural y la inversión estatal en el sistema de riego han ayudado a ampliar los arrozales en Xim Vang. La comuna tiene ahora más de 320 hectáreas con un rendimiento medio de 6 toneladas por hectárea, el doble de hace casi dos décadas.
Mua Thi Khua, una residente local dijo: "Mi familia solía sembrar arroz en seco en las montañas, por lo que a menudo tenía un rendimiento bajo y pasábamos hambre. Desde que la comuna nos incentiva a cultivar arroz en humedales, contamos con suficientes alimentos y hastaobtenemos ingresos. Con ese dinero compramos ropa y materiales escolares para los niños. Estamos muy contentos".
En la actualidad, muchos grupos de turistas visitan la comuna de Xim Vang para ver los arrozales en terrazas bajo las nubes blancas. Ho Thi Quynh Trang, una turista de Hanói, compartió: “Es la primera vez que vengo a este lugar. Las montañas son magníficas y los campos de arroz son hermosos. Ahora es la temporada del arroz maduro. La próxima vez llevaré a mis familiares a Xim Vang".
La alegría de los campesinos locales ante los cambios positivos en la vida tanto material como espiritual se expande por todo Xim Vang. Según compartió Giang A Cheo, un residente local de casi 70 años, los lugareños antiguamente se dedicaban solamente a la producción agrícola, pero ahora supieron aprovechar las ventajas que se les ofrece para desarrollar el turismo en la localidad.
"Desde que el turismo comenzó en nuestra comunidad, las infraestructuras de transporte han mejorado y el nivel de vida de la población local ha aumentado notablemente. Los habitantes ya no tienen que desplazarse a otros lugares, mientras muchas familias tienen ahora frigoríficos, tractores y trilladoras”, Cheo expresó.
La llegada del otoño marca el inicio de la temporada “dorada” de los campos de arroz en terrazas extendidas por toda la comuna de Xim Vang. Junto con los destinos famosos de las comunas montañosas de Bac Yen, como el paraíso de las nubes, Ta Xua, la cordillera de Hang Dong y el bosque de Fructus Crataegi verdes, los arrozales en terrazas de Xim Vang se están convirtiendo en un nuevo destino atractivo para los visitantes. Los campos de arroz no sólo proporcionan a los lugareños una vida plena, sino que también seducen a los viajeros a enamorarse de sus pasajes poéticos.