El ministro del Interior de la India, Amit Shah, preside una reunión de alto nivel con las fuerzas de seguridad en Srinagar, capital de la Unión de Jammu y Cachemira, la tarde del 22 de abril. (Foto: Phan Tung/VOV – Nueva Delhi)

Alrededor de 20 personas más resultaron heridas, en lo que se describe como el atentado más grave en la región en los últimos años.

Según fuentes locales, al menos seis militantes, dos de ellos locales entrenados en Pakistán, se dividieron en dos grupos y abrieron fuego contra turistas reunidos cerca de restaurantes. Los atacantes huyeron del lugar inmediatamente después del ataque.

Las fuerzas de seguridad indias acordonaron rápidamente la zona y lanzaron una operación antiterrorista. El Frente de Resistencia, una filial local de la organización terrorista pakistaní Lashkar-e-Taiba, se atribuyó la responsabilidad del atentado.

El presidente Droupadi Murmu y el primer ministro Narendra Modi condenaron enérgicamente la violencia e instaron a las agencias de seguridad a tomar medidas decisivas para llevar a los perpetradores ante la justicia.

El primer ministro Modi interrumpió su visita oficial a Arabia Saudita y regresó a la India el martes por la noche para supervisar directamente la respuesta del gobierno.

En un gesto de solidaridad con la India, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó sus condolencias al presidente Murmu y al primer ministro Modi, y reafirmó el compromiso de Moscú de fortalecer la cooperación con ese país en la lucha global contra el terrorismo.
Según informes iniciales, no hubo ciudadanos vietnamitas entre las víctimas del ataque.