(VOVworld) – La ciudad marroquí de Marrakech en estos días acoge la vigésimo segunda Conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP 22), con la participación de cerca de 200 países del mundo. Se trata de un evento de suma importancia para que la toma de acciones concretas a fin de luchar contra el calentamiento de la Tierra y encontrar un consenso en la implementación del histórico Acuerdo de París.

En esta cita, las partes debaten temas controversiales, tales como las energías renovables y la cuota de reducción de los gases de efecto invernadero. Además, prestan una mayor atención al despliegue del Acuerdo de París, firmado en 2015 durante la COP 21 en la capital francesa. El documento es considerado un fundamento legal con valor mundial para la lucha contra las consecuencias del cambio climático hacia el crecimiento económico bajo en carbono y el desarrollo sostenible.

La sesión inaugural de la COP 22 en Marrakech el 7 de noviembre de 2016

Acuerdo de París, base legal mundial sobre el cambio climático

Dicho tratado se puso en marcha el 4 del corriente mes, después de la aprobación de 100 Estados del mundo que emiten hasta el 68% de los gases de efecto invernadero. Es un triunfo porque anteriormente se requirió la ratificación de solo 55 Estados para su entrada en vigor. Con antelación, en la COP 21, un total de 171 países firmaron este pacto, el de mayor ambición sobre el enfrentamiento al cambio climático que se ha negociado en la historia. Con 29 artículos, el texto aborda integralmente los contenidos de la Convención Marco de la ONU sobre el tema y soluciona la diferencia de responsabilidades de las naciones desarrolladas y las en vías de desarrollo, sobre la base del consenso común para conseguir la meta planteada.

Los puntos principales del Acuerdo de París consisten en mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 grados centígrados y limitar este incremento a 1,5, así como restringir el nivel de los gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana a un nivel que permita que los árboles, tierra y océanos puedan absorberlos de forma natural. También, se revisarán cada 5 años los aportes de los países en esta tarea, mientras las naciones ricas ayudan con crédito a las menos prósperas para que adopten mediadas en respuesta al cambio climático y promuevan la aplicación de energías renovables. Asimismo, las partes deberán construir sus planes nacionales de afrontamiento al cambio climático, en los cuales se detallarán las prioridades, asistencias necesarias y los proyectos de su implementación. Además, propone los mecanismos de transferencia tecnológica y mejoramiento de capacidad de las economías en desarrollo, y paralelamente, estimula la cooperación bilateral, multilateral y regional.

Hasta ahora, más de 100 países han dado el visto bueno a este tratado. Especialmente, Estados Unidos y China, los mayores emisores de los gases de efecto invernadero, a inicios del último mes de septiembre presentaron este documento para pedir la aprobación de sus respectivos Parlamentos. Este acto generó un efecto positivo en la decisión de otras naciones porque demuestra la determinación de dos representantes de las industrias desarrolladas y en vías de desarrollo sobre esta tarea.

El presidente de la COP 22, Salaheddine Mezouar, pronuncia el discurso inaugural

Convierten compromisos en acciones

El mayor desafío del cumplimiento del Acuerdo de París es saber hasta qué punto puedan los rubricantes ejecutar sus compromisos en la realidad. Existe la preocupación de que aunque en el tratado participan muchos Estados, el factor decisivo dependa principalmente de los que emiten mayor cantidad de gases de efecto invernadero. Por eso, para evitar un convenio con significado netamente político y de difícil realización como el Protocolo de Kioto, la COP 22 resalta la concretización de las normas del tratado, además de la aclaración del nivel de contribución de las naciones en desarrollo. De esta manera, el tema clave de esta reunión consiste en los asuntos técnicos destinados a elaborar los procesos, trámites e introducciones para su despliegue.

El enfrentamiento al cambio climático es un trabajo vital que necesita la determinación y el esfuerzo de todos los países del mundo. Cada Estado cuenta con sus propias condiciones geográficas, económicas, políticas y sociales y así adoptará diferentes medidas frente a este problema. Entonces, un consenso de las soluciones es imprescindible para generar una fuerza unida. El Acuerdo de París es la herramienta para dicho objetivo. Después del fracaso del Protocolo de Kioto de 1997 y la COP 15 en Copenhague (Dinamarca), ha llegado la hora de que las naciones encuentren una voz común en la puesta en práctica del pacto antes mencionado, con el fin de obtener progresos reales en la reducción de los gases del efecto invernadero y en el combate de las secuelas del cambio climático.